La lluvia se derrama por ti, dibujando coronas de agua y, en Madrid, tu nombre se escribe en el vaho de una ventana, y al otro "lao" te lanzo el beso que no pude dejar en ti.
La promesa creo ver en ti de una Ășltima batalla aquĂ en Madrid. Hoy tocan jazz en aquel bar donde no pude soportar la quemadura que en mi boca hace una verdad.